Para reflexionar el día de hoy:
- «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una
casa de mercado».
Jn 2,13-25
- Vemos como Jesús ha echado del templo el ganado de los
mercaderes, ha volcado las mesas de los cambistas, etc. Los discípulos han descubierto una nueva
faceta del alma de Jesús: el celo por la casa de su Padre, el celo por el
templo de Dios.
También nosotros somos el templo de Dios. Si no vigilo las
pequeñas raposas, el orgullo, la pereza,
la envidia, tantos disfraces del
egoísmo, se escurren por dentro y lo estropean todo. Por esto, el Señor nos
pone en alerta. Por eso hay que estar atentos a que la desidia no nos invada.
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