- " Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado»".
- Hoy vemos como un hombre encuentra la felicidad gracias a Jesús. Jesús le concede doble visión: la física y la más importante, la fe que es la visión interior de Dios.
A igual que este hombre muchos de nosotros buscamos la visión de Dios en nuestro interior. La única manera de llegar a ella, es a través de los evangelios.
Como en el evangelio de hoy. Un mendigo, un ciego, levanta la voz para que Jesús le escuche y le ayude. En principio en voz baja y aunque le piden que se calle, él insiste levantado más la voz, hasta que Jesús le llama. No pierde la esperanza en que Jesús le va a escuchar y ayudar.
Nosotros tampoco debemos perderla. Dios es nuestro Padre y no estamos solos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario